Storytelling en Marketing Político: El poder de las historias para movilizar audiencias
A la hora de diseñar una estrategia de marketing político efectiva es importante implementar diferentes tipos de herramientas comunicativas, o bien hacer uso de diversos formatos. De este modo, podemos asegurarnos que el mensaje puede fluir por diferentes canales, bajo diferentes estilos y, por lo tanto, generar una mayor posibilidad de permeabilidad en el público objetivo. No cabe duda que los tiempos han cambiado, y con ello la forma de comunicarnos. Las fronteras geográficas e incluso idiomáticas son cada vez menores, y la demanda de información, datos e interacción ha aumentado.
Respondiendo a esto, la comunicación ha sido una de las disciplinas que más rápido ha tenido que evolucionar en el último tiempo. Identificar qué factores han transformado la manera de consumir o asimilar información, así como cuáles son las claves para llamar efectivamente la atención de los destinatarios es ahora clave. En este sentido, es ampliamente sabido que asistimos a una sobre estimulación informativa y mediática. Igualmente, que el tiempo promedio de atención de los individuos es cada vez menor y que es preciso reforzar las formas de engachement si de verdad se quiere comunicar con habilidad y eficacia. Justamente, en este nuevo contexto comunicacional es que herramientas como el storytelling han resurgido. Veamos cómo esta nueva forma de transmitir información juega un papel crucial a la hora de movilizar audiencias y cómo puede ser una excelente herramienta de comunicación política.
La importancia de la narrativa e historias en el imaginario colectivo
Si algo es claro en el ámbito comunicacional a día de hoy, es que las formas tradicionales están obsoletas. Si nos centramos en la comunicación política encontramos que los electores están cansados de las mismas fórmulas: candidatos rancios, prometiendo siempre lo mismo sin la firmeza de saber si pueden cumplirlo. Esto ha generado un gran desgaste no sólo en la ciudadanía en general sino también en la calidad de la democracia. A diferencia de la idea que se ha masificado en torno a esto, es decir, la debacle de la democracia liberal o los políticos. Lo que nos está mostrando lo anterior es la necesidad de cambiar de mensaje, enfoque y estrategia.
El desgaste de la política tradicional ha dejado un electorado sin esperanzas y con pocas opciones para visualizar un cambio, lo cual está obligando a comunicar desde otros lugares. En este contexto, herramientas como el Storytelling se convierten en alternativas para una comunicación más asertiva. El storytelling se centra básicamente en técnicas narrativas para transmitir un mensaje puntual a través de grandes historias. La historia se convierte entonces en el vehículo fundamental para movilizar emociones, crear identidad, y captar el interés y adhesión de la ciudadanía. A todas las personas nos encantan las historias, todos y todas recordamos como de chicos nos contaban historias, para comer, para dormir, para entretenernos,…. y esa es la clave del storytelling, contar una historia.
Storytelling y comunicación política
Es mucho lo que ya se ha hablado sobre el papel de las emociones en política y cómo estas son las que en definitiva terminan movilizando o perfilando el comportamiento ciudadano. Si bien la idea de usar herramientas del storytelling en política con este fin, es algo cuestionado por muchos. Lo cierto es que este tipo de herramientas nos permiten conectar de una manera disruptiva y más cercana con la ciudadanía, y esto en principio, siempre que se haga de forma ética no tendría por qué ser negativo. En este orden, el storytelling permite simplificar, como pocas herramientas, mensajes que de base son complejos y difíciles de desmenuzar para la mayoría. Al mismo tiempo, permite obtener mensajes más cohesionados, fluidos, atractivos y llamativos en conjunto.
Una de las características de la política tradicional que ha quedado obsoleta es justamente la división y lejanía que hay entre candidato(a) y ciudadanía. En este caso, el storytelling se convierte en un excelente medio para eliminar o corregir esta brecha ¿cómo? A través de la narrativa o historia, que es el elemento central de esta herramienta. Por medio de una historia bien contada, se puede crear y difundir la imagen de un candidato(a) tal cual es. Es decir, un ser y ciudadano más que comparte las preocupaciones de un territorio en particular, pero además alguien que a lo largo de su vida y experiencia se ha formado para llegar a ser alguien capaz de contribuir a subsanar los desequilibrios existentes. En consecuencia, alguien conectado con la realidad social que le rodea, alguien con quien muchos de nosotros podría identificarse.
Qué aporta el storytelling al marketing y la comunicación política
Adoptar el storytelling como parte de una estrategia comunicativa puede traer al candidato(a) o partido una serie de beneficios para el posicionamiento de su marca.
- El primero de ellos y quizá el más importante de todos, es que, a través de una narrativa e historia única, la marca personal logra diferenciarse de las demás. De este modo, será mucho más fácil destacar y ser distinguido de sus competidores, así como crear una imagen más cercana y humana.
- El segundo, tiene que ver con la capacidad de generar recordación, empatía y mayor impacto emocional en la audiencia. Esto es posible gracias a que, con una narrativa adecuada y creativa es más fácil conectar con las emociones de las personas desde diferentes aspectos, por ejemplo, origen, familia, valores, trayectoria, entre otros. A su vez, al generarse empatía y conexión emocional, mayor será la posibilidad de ser recordado.
- El tercero es producto de todos los anteriores y se resume en confianza y credibilidad. Claramente, es mucho más factible que un ciudadano de su voto a alguien con quien se identifica y se muestra como alternativa, que a quien no transmite estas características. En definitiva, todos estos aspectos se catapultan en una sola dirección, y es que el ciudadano tome una decisión coherente con estas estimaciones y sensaciones, es decir, votando a favor del candidato(a).
Algunas claves narrativas en storytelling
Antes que nada, para desarrollar una buena y creativa narrativa política apoyándose en esta herramienta, es importante considerar aspectos como: conocer al público objetivo, crear siempre historias auténticas y verídicas, eliminando toda posibilidad de manipulación. Igualmente, optar por un lenguaje cercano, sencillo y fácil de asimilar por cualquier tipo de público. Sumado a eso, no viene mal servirse de recursos visuales como imágenes, metáforas, infografías entre otros. Por demás, existen algunas técnicas narrativas ajustadas a la comunicación política. De entrada, reconocemos que algunas de ellas no suponen estrategias éticas, como lo son la creación de divisiones sociales a través de la dicotomía amigo-enemigo o la victimización. No obstante, son usadas comúnmente por muchos líderes políticos. Con todo, nos enfocaremos en las siguientes cinco:
- Construir una identidad común y unidad: por lo general se usa haciendo referencia de modo muy puntual al líder del movimiento o candidato(a), es decir, está fuertemente centrado en la personalidad del político. Un ejemplo de ello es el “chavismo”, pero también el movimiento alrededor de Nelson Mandela. En ambos casos se trata de construir una gran historia de inspiración a partir de la trayectoria de vida y experiencias vividas por el líder en cuestión. Al mismo tiempo, el mensaje debe aglutinar en torno a ello y transmitir la idea de que todos son uno sólo con el personaje político.
- Revivir a líderes fundadores o patriotas: se recurre a la imagen e historia de grandes líderes o próceres nacionales y se reviven sus banderas y causas políticas. Esto, a menudo, puede lograr cohesionar alrededor del origen de la nación y la recuperación de los valores fundamentales o el restablecimiento de los mismos.
- Principios y valores: esta es una de las estrategias más comunes, y se centra en la recuperación de un conjunto de valores o principios con los cuales se siente identificado el candidato/partido. Esta especie de ideario ético debe tener la capacidad de conectar con las personas bajo el argumento de que se han perdido y es necesario restablecerlos para recuperar la estabilidad social y ciudadana. En definitiva, a idea es movilizar una emoción de esperanza en torno a dichos valores y cómo estos supondrían la mejora de la situación actual.
- Proponer soluciones factibles y alcanzables: esto es algo fundamental ya que el sentido de una elección democrática es delegar a alguien capaz de revertir las situaciones problemáticas. No obstante, el candidato(a), más allá de parecer capaz, debe plantear soluciones reales y logrables en el tiempo, y con los recursos disponibles. Algo fuera de estos parámetros corre el riesgo de ser considerado demagogia o asimilarse con las formas tradicionales de hacer política, sobre las cuales hay ya un consenso en cuanto al agotamiento y obsolescencia.
- Mensajes simples y concisos: este debe ser un aspecto transversal a toda estrategia comunicativa o de marketing ya que es una excelente forma de garantizar llegar al mayor número de destinatarios posibles y hacerlo de forma efectiva. La idea es básicamente una, poder transmitir la esencia del candidato(a), partido o proyecto político de una forma tan elemental que todos la comprendan, pero al mismo tiempo, tan profunda y potente que logre conectar con las emociones de esa audiencia.
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