Potencia tu presencia política con la Seopolítica: Estrategias para ganar visibilidad y llegar a tu audiencia objetivo
Gracias a la era digital, las estrategias y canales de comunicación e información se transforman cada vez más rápidamente. Si al comienzo de todo este boom los aspectos clave giraban en torno al mensaje que se transmitía, la imagen, la historia construida detrás de esto, e incluso las emociones. Más recientemente, a todo este conjunto de factores se suma algo fundamental por lo que todos compiten en internet, la visibilidad. En principio, esto parecería obvio si consideramos que lo que no aparece en los medios de comunicación o redes sociales no existe, pero realmente va más allá. Así, una máxima en la comunicación política actual es el posicionamiento digital, y es en este sentido, donde cobra vital importancia la Seopolítica.
Hoy en día la visibilidad también tiene que ver con el posicionamiento que logra un candidato o gobernante en internet y en canales de búsqueda como Google, ¿por qué? Para nadie es un secreto que los motores de búsqueda son una de las principales fuentes de información de la sociedad actual. En pocas palabras, todo lo “googleamos”, es decir, lo buscamos por internet. Desde acciones básicas como informarnos, conocer opiniones, tendencias y modas, hasta temas virales, el clima, qué hacer en caso de, entre otros. Cuando trasladamos esto al marketing político, entonces comprendemos que la visibilidad en la web lo es todo. Justamente ahí es cuando emerge y cobra sentido un concepto que, si bien es bastante nuevo, comunica mucho al respecto, la SEOpolítica.
Qué es y por qué es importante empezar a hablar de la Seopolítica
Como se trata de un concepto nuevo, es probable que, alguno de los lectores al haberlo visto en el título, haya precisamente usado un motor de búsqueda para saber algo más sobre esto. Desde luego, esta es casi una acción automática en la que incurrimos la mayoría de usuarios de internet y una de las acciones más cotidianas en nuestra sociedad, para todo o casi todo recurrimos a él. Desde consultar si hoy lloverá, rutas para llegar de un lugar otro, hasta el precio de cualquier artículo o servicio, pasando por alguna receta o el restaurante donde iremos a festejar un domingo en familia. Aunque existen varios motores de búsqueda, Google captura el 92% de las preguntas o consultas que hacen las personas alrededor del mundo. Le siguen otros como Bing (2,5%), Yahoo (1,5%) o Baidu (1.1%). Es más, como ya hemos contado en varias ocasiones, podemos detectar tendencias políticas mediante Big Data y Google.
Por lo tanto, si una marca, servicio, persona o contenido quiere ser reconocido y llegar a la mayoría, debe acoplarse a las condiciones de funcionamiento de esta herramienta. Eso significa, palabras más, palabras menos, actuar conforme a su algoritmo. ¿Pero qué significa realmente esto? La palabra o sigla SEO significa Search Engine Optimization, esto es, un conjunto de técnicas y estrategias que deben adoptar las páginas webs o los contenidos para mejorar su visibilidad y posicionamiento en la web. Esto significa, ser la primera opción que aparece en los resultados de búsqueda de manera orgánica (sin pagar por ello). Si aplicamos lo anterior a la política, la Seopolítica no es más que una estrategia de comunicación o marketing que nos permite lograr mayor probabilidad de estar en los primeros puestos de Google, es decir, ser conocidos por miles de personas, o lo que es lo mismo, es una estrategia que nos permite llegar a muchos, de manera fácil e intuitiva.
Esto quiere decir que, no sólo es suficiente con tener perfiles en las redes sociales, aparecer en medios de comunicación, asistir a debates, tener la mejor propuesta de gobierno e incluso implementarla. Tampoco es suficiente con solo pagar enormes cantidades de dinero en publicidad y pautas en diversos canales informativos. Si no se invierte en una propuesta de posicionamiento, todos estos esfuerzos no serán suficientes y estaremos perdiendo la atención de miles de audiencias. Y una máxima, hay que medir, si no, no sabes si lo estás haciendo bien o mal.
Por qué es importante aplicar esta estrategia en gobiernos y campañas
Tanto si se trata de un candidato como de un gobierno en ejercicio, hoy el éxito se centra en gran medida en la capacidad de ser visibles y de llegar de manera sencilla e íntima a la ciudadanía. En pocas palabras, no se vota lo que no se conoce, por mejores propuestas o gestión que tenga un líder o candidato, si estas no llegan a los ciudadanos de manera directa o no se hacen visibles para ellos, no hay forma de generar impacto o incidir en sus decisiones. De ahí la importancia de una estrategia en Tecnopolítica que sea exitosa. En este sentido hay tres razones por las cuales es importante invertir e implementar en estrategias de posicionamiento y contenido de calidad enfocado a ello.
Visibilidad e impacto
La primera es quizá la más obvia, como hemos dicho desde el comienzo las estrategias SEO aplicadas a la política electoral o gubernamental nos permiten ganar Visibilidad, lo cual se traduce en Impacto. Aunque está claro que la visibilidad se obtiene de múltiples maneras, no es lo mismo ser visible en las redes sociales o televisión que serlo en Google. Sin embargo, los tres son importantes. Cuando hablamos de Seopolítica no solo hablamos de una buena posición en los canales de búsqueda online, sino también de lograr una mayor atención de las audiencias. ¿Cómo captarla? Lo principal para esto es poder diferenciarse de la competencia, ofrecer una propuesta y contenido disruptivo, en incluso muchas veces controvertido. Sumado a esto, las estrategias SEO aplicadas a la política permiten actuar bajo estrategias de segmentación y el diseño de contenidos ajustados a cada segmento, aspecto que favorece en gran medida la posibilidad de llegar cada vez a muchos más de manera optimizada y ajustada.
Identificación y persuasión
La segunda es que, por medio de la Seopolítica, además de ser más visibles, podemos ser más fácilmente identificables o encontrados en las búsquedas. Para lograr este último aspecto, en un principio, las estrategias de SEO privilegiaban las palabras clave y los enlaces que conectaban con nuestra web. Actualmente esto se ha perfeccionado con el cambio en el algoritmo, haciendo que el contenido generado sea más importante o determinante en el proceso de “ser encontrado” en los buscadores. En este punto, una buena estrategia de Seopolítica deberá nutrirse de un contenido de calidad, ajustado a públicos y algo todavía más importante, crear una marca e imagen personal propia (branding).
Reconocimiento y conversión
Por último, la tercera razón es que a través de la Seopolítica podemos generar mayores posibilidades de ser recordados y tener mayores seguidores o electores. Lo anterior es posible porque si somos más visibles y la gente nos encuentra más, entonces podrá distinguirnos entre los demás y conocer más fácilmente quiénes somos, qué hacemos o proponemos. Sumar todos estos factores extiende las posibilidades de tener mayores inputs positivos y de construir un segmento de prescriptores, seguidores de la marca o difusores orgánicos de nuestras propuestas, imagen o partido.
Algunas ideas a tener en cuenta
Dadas las limitaciones de este post, es imposible plantear paso a paso cómo debería ser una campaña exitosa de Seopolítica. No obstante, esto no impide dar unos tips para que quienes estén interesados ahonden más ellas o contraten su propia estrategia. Lo primero que debemos tener claro es que la página web de la campaña o de la persona o entidad es la principal herramienta cuando hablamos de Seopolítica. Por lo tanto, es a la que más se le deberá invertir en términos de dominio, diseño, contenido escrito y llamativo, contenido visual e interactivo. Así como timelines que permitan al usuario ubicarnos en el tiempo-espacio de nuestra trayectoria, experiencia, alianzas y propuesta de marca. Igualmente, es positivo que pueda tener canales de interacción directa como chats o newsletter para tener informados a los ciudadanos de todas las novedades.
Una vez esto se ha perfeccionado, es hora de trabajar en la optimización onsite y offsite. La primera incluye estrategias como la indexación web (aparecer en Google), usabilidad web o experiencia de usuario, accesibilidad web, blogs y definición de palabras clave y arquitectura web. La segunda tiene que ver con estrategias externas a la página que se traducirán en mayor tráfico o clics en ella. Por ejemplo, el linkbuiding, enlaces desde redes sociales, menciones de otras personalidades o figuras políticas y medios de comunicación, un dominio web recordable, entre otros.
Por último, una vez puestas en marcha todas estas estrategias, vendrá la fase de monitorización y análisis de resultados. Es decir, se deberá hacer seguimiento a todas estas para saber si están generando el impacto buscado, es decir, si se están traduciendo en conversiones. De esto, claramente dependerá seguir avanzando de la misma manera y aumentar resultados o ajustar las estrategias que no funcionen a otras más eficaces.