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¡La reina ha muerto, viva el rey! Análisis del discurso del nuevo monarca

El nuevo rey, que no joven ni desconocido, afronta su mandato en un contexto complejo; veamos los 5 puntos clave del discurso de Carlos III

Discurso Rey

Tras 24 horas del fallecimiento de su madre, la Reina Isabel II de Inglaterra, Carlos III, su sucesor automático, proclamaba sus primeras palabras ante la nación. Como era de esperarse, su primer discurso como titular del trono inglés fue transmitido y difundido por todos los medios de comunicación del mundo. Ubicado tras un gran escritorio y con una fotografía de su madre a su lado izquierdo, Carlos III proclamó un discurso breve, de apenas ocho minutos, en el que la figura de la Reina fue el elemento más presente.

Al ser las primeras declaraciones antes de asumir el trono, el discurso de Carlos III ha estado bajo la lupa de múltiples medios y expertos. Lo cual no es para menos, sobre todo, si tenemos en cuenta la muerte de una figura como la reina, y todo lo que simbolizaba para los ingleses y demás naciones que integran la Commonwealth. Además, en medio de un contexto político tan convulso como el que atraviesa actualmente toda Europa.

Justamente, por estas razones, conviene hacer un breve análisis sobre los puntos más importantes que pueden ubicarse en el primer discurso del nuevo rey de Inglaterra. Así como su puesta en escena y todo aquello que aparece entre líneas a raíz de su comunicación.

Los principales puntos del primer discurso de Carlos III

A grandes rasgos podemos decir que son cinco los puntos más centrales que pueden identificarse en la primera alocución del rey. Aunque quizá la piedra angular de su discurso fueron las alusiones a la Reina Isabel II y su legado, es importante resaltar también otros aspectos, veamos.

  1. El legado de la Reina Isabel II, un llamado a la tradición, el compromiso y la unidad: Como adelantamos, la figura de la fallecida reina de Inglaterra, es el aspecto que más sobresale en el primer discurso de Carlos III. Gran parte de sus declaraciones fueron dedicadas a ensalzar su figura, así como a expresar los sentimientos de tristeza por su reciente pérdida, tal como lo muestra el siguiente fragmento pronunciado desde el Palacio de Buckingham:

«Les hablo hoy con sentimientos de profunda tristeza. A lo largo de su vida, su Majestad la reina, mi amada madre, fue una inspiración y un ejemplo para mí y mi familia. La deuda que tenemos con nuestra madre es la mayor que una familia podría llegar a tener, por su amor, cariño, guía y ejemplo», manifestó el rey”.

De otro lado, en todo momento Carlos III se refiere a la gran labor desempeñada por su antecesora. En este sentido, resalta el gran compromiso que siempre tuvo la reina con el pueblo inglés y las demás naciones bajo su reinado. Pero también, la fortaleza y templanza para enfrentar los peores momentos: «Su dedicación y devoción como soberana nunca vacilaron a través de momentos de cambio y de progreso, a través de momentos de alegría y celebración y a través de momentos de tristeza y pérdida».

Más allá de hacer honores a la memoria de Isabel II, el tributo y la alusión a su legado, también hacen parte de un llamado a la unidad de la corona y las naciones que la componen. En cualquier sociedad, la figura de la madre representa unidad, reunión, y sentido de conjunto. Elementos fundamentales para un momento de pérdida como el que experimenta la nación inglesa. Así como la convulsa situación política que atraviesa no sólo Reino Unido sino toda la región europea a causa de las tensiones con Rusia y la guerra con Ucrania.

  1. Inglaterra y la Commonwealth o Mancomunidad de Naciones: el actual, es un momento desafiante para todo occidente. Las tensiones con Rusia, el papel de la OTAN y la guerra con Ucrania, tienen especialmente a Europa, en el ojo del huracán. Claramente, este es uno de los primeros y principales desafíos que el nuevo rey debe enfrentar.
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Aunque el heredero no alude directamente a estas situaciones, su forma de expresarse sobre los valores, el papel de la monarquía, y la impecable gestión de su madre, así lo sugieren. Al mismo tiempo, las palabras enunciadas hacen un llamado a que más que nunca, las naciones que integran la corona permanezcan unidas para florecer juntas, como siempre ha sido.

“En el curso de los últimos 70 años, hemos visto a nuestra sociedad convertirse en una con muchas culturas y creencias. A su vez, las instituciones del Estado cambiaron. Pero, a través de los cambios y los desafíos, nuestra nación y la gran familia de reinos -de cuyos talentos, tradiciones y logros estoy tan inefablemente orgulloso- han prosperado y florecido. Nuestros valores han permanecido, y seguirán permaneciendo, constantes. El rol y los deberes de la monarquía también se mantendrán, así como la particular relación del soberano y la responsabilidad hacia la Iglesia de Inglaterra, la Iglesia en la que está profundamente arraigada mi propia fe”.

  1. El rol del nuevo monarca: otro de los puntos centrales dentro del discurso de Carlos III es justamente la ratificación de su compromiso como nuevo rey de Inglaterra. Al ser el primer comunicado emitido por la autoridad real, después de su predecesora, es lógico que se confirme la aceptación de su responsabilidad como nuevo monarca y como defensor de los valores tradicionales de la corona. Para ello, nuevamente menciona la figura de su madre, quien, sin duda, será el principal referente en su reinado.

“Como hizo la propia reina con esa devoción inquebrantable, yo también me comprometo solemnemente, en el tiempo restante que Dios me conceda, a mantener los principios constitucionales que están en el centro de nuestra nación. Y vivan donde vivan en el Reino Unido, en los reinos y territorios alrededor del mundo, y sean cuales sean sus creencias u orígenes, procuraré servirles con lealtad, respeto y amor, como he hecho a lo largo de mi vida».

  1. La familia: otro de los temas que destacan en el discurso que analizamos es justamente el de la familia real y todos sus miembros. Carlos III hace mención especial tanto a su esposa Camila Parker, así como a sus herederos y esposas.

«Cuento con la ayuda de mi querida esposa Camila. En reconocimiento a su leal servicio público desde nuestro matrimonio desde hace 17 años, se convierte en mi reina consorte. (…) Como mi heredero, William asume los títulos que tanto han significado para mí. (…) Con Catherine a su lado, sé que nuestros nuevos príncipe y princesa de Gales continuarán inspirando y liderando nuestras conversaciones como país»

El llamado a la familia, también es una típica invitación a la unidad y a los principales valores de la sociedad occidental. La familia es el núcleo central de las sociedades, el primer espacio donde se educan y socializan las normas y las buenas conductas. Por esto, no es en vano que se glorifique la familia real dentro del primer discurso, y se hable de su rol en este nuevo período de reinado.

  1. La memoria de la Reina Isabel II: para reforzar y terminar sus palabras, Carlos III recurre nuevamente a la memoria de su madre, para sellar así su primer debut como heredero. Y es que la memoria de Isabel II no es algo menor, su reinado fue el más largo de la corona inglesa, y los niveles de popularidad alcanzados meses antes de su muerte, fueron bastante elevados. De este modo, el nuevo monarca se instala sobre los hombros de su madre y su legado, para dirigir la nación y la Commonwealth en momentos, por demás, adversos.

“En poco más de una semana nos reuniremos como nación, como Mancomunidad de Naciones y comunidad global, para dar sepultura a mi amada madre. En nuestro dolor, recordemos y saquemos fuerza de la luz de su ejemplo. De parte de toda mi familia, solo puedo ofrecer mi más profundo y sincero agradecimiento por sus condolencias y apoyo. Significan mucho más para mí de lo que jamás podría expresar”.

La puesta en escena y lenguaje no verbal

En cuanto a la puesta de escena de Carlos III y otros detalles de su discurso, destacan en primer lugar el escenario y ambiente elegido para hacer el pronunciamiento. En su primera declaración como rey, vemos al monarca detrás de un gran escritorio con la fotografía de su madre al lado. Gran parte de su cuerpo permanece oculto tras la mesa, sus manos, elementos centrales en la expresión no verbal, no aparecen por ningún lado.

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De estos dos aspectos quisiéramos resaltar lo siguiente. Lo primero, es que las palabras pronunciadas por el rey carecen de mayor tono y fuerza. La forma en que se percibe su cuerpo, y, sobre todo, el hecho de ocultar sus manos, dan cuenta de una expresión muy limitada. Las manos simbolizan acción, sirven para dar tono, para marcar dirección o para enriquecer lo que se quiere decir con las palabras. Todo esto está completamente ausente en el discurso de Carlos III, pues se observa un personaje declamando unas palabras, que por más profundas y sentido que tengan, carecen en cierta medida de materialización y vigor.

Lo segundo, es que el aire de barrera que puede significar la mesa en la escena, más la figura presente de la reina, pueden dar un mensaje contradictorio. Por un lado, aunque quizá la imagen de Isabel II fuera fundamental dada la coyuntura de su muerte, lo cierto es que el resto del escenario, deja un Carlos lánguido y lento en su declaración.

Es decir, en cierta medida se trata de unas palabras muy ligadas y limitadas a lo que significa el legado de su madre. Y claro, si bien esto no puede menospreciarse, una postura más visible, sin ningún objeto de por medio y más holgado a la hora de hablar, hubiera transmitido mucha más fuerza y seguridad. Tal y como lo señala un experto y analista de comunicación en este sentido, “el tono fue lento y hubo frialdad, «Tiene que aprender de su madre la seguridad y la fortaleza, saber transmitir».

En definitiva, se trató de un discurso sobrio y acorde con el momento en el que se emitía. Si bien los elementos señalados anteriormente juegan una parte en contra, lo cierto es que, habrá muchos más momentos para evaluar el carácter y el posicionamiento del nuevo rey Carlos III en otros contextos. Finalmente, este primer discurso deja sentadas las bases de su reinado, los valores y principios fundamentales que defenderá y, sobre todo, la marca indeleble que ha dejado el legado de su madre a la corona inglesa.

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