El software libre no puede ser el fin, al igual que no podemos imponerlo en ningún caso particular, pero si que debemos exigirlo en las administraciones públicas.
Las TIC o Tecnologías de la Información y la Comunicación han supuesto una revolución, no tecnológica, sino social, ventajas y beneficios innumerables, desde acceso ilimitado a información a infinitas posibilidades de comunicarnos y relacionarnos, pero cuando éstas dejan de ser la herramienta y se convierten en el fin, en lugar de una ayuda se convierte en una imposición y por lo tanto en un obstáculo en nuestra manera cotidiana de trabajar, relacionarnos,…. Al igual ocurre cuando nos empeñamos en que el software libre se convierta en el fin, una grave equivocación.
Tanto mi madre como yo somos inmigrantes digitales, y ambos hacemos usos de las herramientas tecnológicas, aunque evidentemente 30 años de diferencia nos separa, y eso nos aporta visiones distintas y usos distintos de las mismas.
Mi madre, de la que me siento muy orgulloso, usa correo electrónico, whatsapp (está en proceso de actualización a Telegram), facebook, viber y skype principalmente, todo ello sobre un móvil android y una computadora con ubuntu. Y lo hace de una doble manera, por un lado para comunicarse (principalmente con sus hijos y entorno más cercano por viber, skype y whatsapp), para relacionarse (mediante facebook) y para distraerse (normalmente viendo presentaciones y reenviándolas). Si le preguntas por el software libre, lo más que te dirá que es una cosa que fomenta su hijo, o en la que trabaja, y que tiene que ver algo con temas de libertad e ideales, pero poco más. Realmente ella no le interesa el software libre, difícilmente puede entender cual es la diferencia entre el libre y el privativo, y usa su móvil y su ordenador para lo que he explicado, le es indiferente si tiene uno u otro software, solo quiere comunicarse y distraerse. Por más que yo me pusiera «cabezón» ella quiere usar tecnología porque le aporta beneficios, pero como dice ella «estoy muy mayor» para entender los principios, beneficios, valores,.. que conllevaría usara exclusivamente software libre.
Por otro lado, nos encontramos con los apasionados de la libertad tecnológica, en ocasiones, «talibanes» del concepto, que reivindicamos -erróneamente desde mi punto de vista- la implantación de software libre como fin. Equivocando que tanto el software libre en particular, como las tecnologías en general, son la herramienta, el camino, pero no pueden ser el fin. Y en ese sentido, coincido con el artículo que hace unas semanas levantó cierto revuelo: El software libre no es una religión
El software libre es una cosa muy bonita, pero, el fanatismo lo puede arruinar todo.
Es impresionante las pasiones que despiertan los sistemas operativos, una marca, o una plataforma de cualquier tipo. El amante de la tecnología que se «casa» con una marca, puede llegar a convertirse en un fanático al nivel de los religiosos en su peor expresión, arman una guerra santa a donde sea que van, se pasan media vida en una cruzada buscando seguidores con espada en la mano, y cualquiera que piense diferente se merece una inquisición.
Pero ojo, porque igual de fanáticos o fans de una marca o sistema operativo existe en todos, solo hay que fijarse en los seguidores de Apple y sus largas colas para pagar por uno de sus nuevos productos. O los que proclaman las ventajas de Windows y que dan soporte constante y gratuito a la multinacional como si fueran accionistas o empleados de la transnacional estadounidense.
Pero retomando el artículo citado de alt1040, lo que no coincido al 100% es con la tan manida afirmación:
«La primera libertad, es la libertad de elegir, y la gente que no respeta eso no puede andar por ahí promoviendo «el sistema libre más libre del mundo mundial» con tanta incoherencia en sus palabras.
porque yo jamás aceptaré la libertad de que se pueda elegir en las administraciones públicas por el simple capricho de usar una determinada marca, contratar una determinada empresa, etc. etc. etc. y así intenté expresarlo en un comentario en el propio post, que lamentablemente y al igual que el escrito por el compañero Rafael Bonifaz, no tuvieron a bien responder.
En las administraciones públicas, se juega con el dinero de todos y todas, se debe cumplir con una premisa básica, usar los recursos públicos de la forma más eficientemente posible, y por lo tanto, no debe ni puede haber libertad, se debe apostar por ofrecer los mejores servicios públicos y por gestionar de la forma más correcta y efectiva el recurso público. Por no hablar de la importancia de buscar, luchar y lograr la soberanía tecnológica.
El software libre no es libertad para despilfarrar el dinero público, ni puede tampoco convertirse en la excusa.
Por eso, la libertad de elección, en la casa de cada uno, eres libre de elegir y pagar lo que quieras, de valorar como consideres, si por marca, si por lo que usa una u otra persona, pero en las administraciones públicas esa libertad no puede ni debe existir.
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Felicitaciones, Ramón por tu artículo sobre software libre, muy justo y equilibrado, saludos a tu madre, (es igual a mi esposa). Ernesto.
Gracias Ernesto, muy honrado. Saludos cordiales
Sobre lo aquí explicado por Ramón, aún a riesgo de repetirme, ¡amén!
Gracias Aldobelus, me alegra saber que los últimos posts están más en la línea de lo que esperabas de este blog. Por otro lado, recuerda que tenemos pendiente tu post.
Saludos y gracias
El software libre no es una religión pero la coherencia tampoco puede ser un estigma.
Sin lugar a dudas JBL.
Saludos y gracias
El software libre es imposible de imponer. Son las leyes que sostienen el propietario las que hacen un delito del compartir. Desaparecidas las leyes represoras que requieren de una policia y justicia estatal al servicio de las empresas propietarias, desaparece toda imposición. Y con ello todo el software sería como debe ser: libre. O sea el programa no es obligar a usar software libre, el programa es sacar la represión estatal al compartir. Con ello si quieres usar GNU/Linux lo harás si quieres copiar e instalarte un Windows lo harás. Quedaria en el tema del Windows el derecho a ver el código. Alli una buena ley de protección al cosumidor debiera establecer la obligación de entregar productos transparentes a los usuarios.
Y por supuesto la libertad de elegir no incluye opciones perversas, por ejemplo la libertad de esclavizar a una persona o de matarla. El problema es que la libertad de elegir softwa propietario es mala, es la elección de una situación perversa donde eliges restringir tu derecho, Elección habilitada por legislación especifica que cuesta mucho imponer al estado. Ni siquiera Microsoft paga los jueces y los policias que habilitan perseguir a los que comparten.
Hola Diego, comparto contigo el 100%, independientemente que no sea el enfoque del post. Saludos y gracias
Quizás el foco no deba ponerse en el software libre como tal, sino en la interoperatibilidad: Que todos acordemos estándares (abiertos, publicados, implementables, sin royalties) para toda la información que guardamos, transferimos e intercambiamos.
De esta forma, yo podría enviarle un email a mi primo que contiene un adjunto cualquiera, con la seguridad que los protocolos de correo, que el contenido de texto o html del email, que el adjunto, van a poder verse correctamente en la computadora destino sin problemas, independientemente de las elecciones que haya realizado mi primo respecto a su propio software.
Comparto Mario, creo que la interoperabilidad si debiera ser uno de los objetivos, mientras que el software libre debe ser el camino o la herramienta. Muchas gracias
Excelente tema, para aprender un poco más sobre el software libre, me parece muy completo este articulo, gracias or compartirlo.
Gracias María, muy honrado por tu comentario.
Saludos cordiales
Hola Ramón, de vez en cuando me doy una vueltita por aquí y leo tus artículos. Coincido con lo que estás planteando en este artículo. Al respecto agrego una solicitud de adhesión a la Carta Abierta que la Comunidad de Usuarios de Huayra GNU/Linux ha hecho hace unas semanas (http://wiki.comunidadhuayra.org/CartasAbiertas/MicrosoftGobierno). Allí se explica una situación de posible negociación entre el estado Argentino y Microsoft en un acuerdo educativo. Como miembros de la comunidad hemos adherido a esta carta para exigir que no se hipoteque la educación de nuestro país. Te pido, desde lo más profundo de mi convencimiento respecto de la cultura libre, si puedes difundir esta carta en tu Blog. Muchas gracias y sigue así!