La interoperabilidad es la capacidad de los sistemas de información de compartir datos y posibilitar el intercambio de información entre ellos.
Las instituciones sanitarias tienen el objetivo de adoptar sistemas de información que permitan una gestión eficiente y centrada en los ciudadanos, para lograr esta eficiencia uno de los objetivos es la interoperabilidad. Una interoperabilidad que posibilite la comunicación transversal y longitudinal a lo largo de todas las estructuras de los servicios de salud, garantizando la confidencialidad y la integridad de la información compartida.
Para conseguir sistemas interoperables es necesario adoptar estándares. En las instituciones sanitarias existen múltiples sistemas de información y la información residente en cada uno de ellos es de vital importancia para una atención médica en todos los niveles de la organización. Por otra parte, es frecuente que la información esté fragmentada en diversos sistemas independientes, formando islas que provocan un acceso parcial a los datos necesarios para tomar decisiones.
En la mayoría de los países conviven medicina pública y privada con distintas modalidades de asistencia, además tenemos en el caso de España que la sanidad está transferida a las comunidades autónomas, con lo cual nos encontramos con 17 instituciones sanitarias públicas cada una con su propio sistema de información y todo eso unido a un gran número de centros concertados. Este escenario nos conduce a una situación en la que cada institución sanitaria, aseguradora, hospital concertado, universidad y demás actores del sistema de salud, es una isla de información en sí misma, donde el intercambio de datos con los demás actores es la excepción. Con este panorama es difícil coordinar políticas y ejecutar proyectos concretos en conjunto para buscar la mejora global en la calidad de la salud. Los gobiernos tienen una visión parcial de lo que sucede en las instituciones, no pudiendo evaluar de forma óptima la ejecución de proyectos ni el impacto de los mismos, dificultando el planeamiento de nuevas políticas en salud y la toma de decisiones a nivel estatal.
La interoperabilidad no es solamente la habilidad de intercambiar información sanitaria, también requiere la habilidad de entender lo que se ha intercambiado. Los estándares son la base de la interoperabilidad y sin ellos no es posible construir sistemas interoperables, en un proceso de estandarización es el objetivo final. La interoperabilidad semántica permite que los sistemas sean capaces de aplicar reglas lógicas para así realizar deducciones que permitan el intercambio de información.
Al igual que en Internet, donde se almacenan muchos datos, se necesitan estándares como los que propone la web semántica, los sistemas de información de salud necesitan estándares que le den a la información un significado para que ésta sea tratada de forma automática.
La realidad impone que sea necesario compartir información a todo nivel con el objeto de garantizar la calidad de la asistencia de los ciudadanos, es recomendable tener políticas nacionales e internacionales que definan el marco de interoperabilidad en el que se debe trabajar. Pensar en interoperabilidad es fundamental en la planificación de un sistema de información sanitario.