Justo cuando ahora hace 73 años de estos lamentables hechos, crueles a no poder más, casi inverosímiles, y muy pocas veces, o al menos no todas las que se debieran, recordados: La masacre de Badajoz, me planteo una vez más preguntas como: ¿es posible olvidar la historia sufrida? ¿como pueden ser seres humanos capaces de hacer tales holocaustos? y… ¿por qué no fue posible vivir en paz? o lo más importante ¿cuánto no hubiéramos avanzado en esos años posteriores, cuantos avances, mejoras sociales no hubiésemos tenido? ¿seríamos el país referente europeo?
«y se dio cuando Yagüe se apoderó de Badajoz hizo concentrar en la Plaza de Toros a todos los prisioneros y a quienes, sin haber empuñado las armas, pasaban por gente de izquierda. Y organizó una fiesta. Y convidó a esa fiesta a personas que participaran de ese atropello, cuyas vidas habían sido respetadas por el pueblo y la autoridad legítima. Ocuparon los tendidos caballeros respetables, piadosas damas, lindas señoritas, jovencitos de San Luis y San Estanislao de Kostka, afiliados a Falange y Renovación, venerables eclesiásticos, virtuosos frailes y monjas de albas tocas y miradas humildes. Y ante tan brillante concurrencia fueron montadas algunas ametralladoras…”, con las que habrían masacrado a entre 1.500 y 4.000 prisioneros, según versiones, entre aplausos y griterío de los espectadores.»
En este artículo, La masacre de Badajoz por el ejército franquista en 1936, me encuentro párrafos que no pueden dejarnos indiferentes:
En Zafra, era el propio cura del pueblo, Juan Galán Bermejo, el que señalaba a los que se debía ejecutar y declaró a Marcel Dany, periodista de la agencia Havas, que «todavía no hemos tenido tiempo de legislar cómo y de qué manera será exterminado el marxismo en España. Por esta razón todos los procedimientos de exterminio de esas ratas son buenos, y Dios en su inmenso poder y sabiduría los aplaude». A semejante personaje, que siempre llevaba la pistola bajo la sotana, se le atribuyen 750 fusilamientos.
En los tendidos se instalaron focos para iluminar la arena; en ese mismo tendido donde señoritos, falangistas, terratenientes, señoritas cristianas y devotas de la alta sociedad, monjas y frailes, entre ellos el citado padre Lomba, aguardaban impacientes la orgía de sangre que se avecinaba.
Entre los más despiadados destacó un sargento moro de nombre Muley que se colocó un traje de torero encima del suyo y comenzó la «faena»: usaba la bayoneta como estoque contra los prisioneros y los mataba clavándoles el hierro en la cara y en el cuello. Mientras, la gente de ley y orden daba los olés y los correspondientes aplausos cuando los prisioneros eran banderilleados.
Yo estoy convencido y siempre lo he estado, que con su cosas malas, la II República española era referente de libertades y políticas sociales en todo el mundo, y con el alzamiento, se perdió toda esperanza, pero lo que es peor, un retroceso de decadas para la ciudadanía española.
[de la Wikipedia] Algunos de los de principios que la Constitución de 1931 incorporó o reafirmó como elementos esenciales del ordenamiento jurídico español fueron:
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“Lectura del finde: La barbarie de Badajoz hace 73 años”
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En mi pueblo, Miajadas, al igual que en otros muchos de Extremadura era el cura quien también pasaba los listados de "rojos" a quien represaliar, es decir, asesinar a la Guardia Civil y a los falangistas.
Además en Miajadas, cuentan testimonios directos que el señor cura Juan Cifuente llegó a coger el fusil y a disparar. Ya ves, el cura de mi pueblo tenía iniciativa.