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¡Intervención ya!

No es posible, nos es justo, no es solidario, … no son personas humanas las que, cobrando 340.000 € anuales deciden por pura codicia dejar en tierra a miles de personas, fastidiar los sueños, esperanzas, ilusiones de la ciudadanía. NO, NO y NO, no es posible que por la codicia de unos pocos se juegue con las personas de esta manera. Por eso, y espero que no por muchas veces, reivindico dos cosas que jamás me hubiese planteado:

1.- Intervención del Ejército, de los controladores aéreos militares para solucionar el problema de la forma más urgente y eficaz posible.

El ministro insistió en que el sistema de navegación aérea español «es el más caro» de la Unión Europea por el salario medio de los controladores, que en 2008 alcanzó los 340.000 euros, «casi 60 millones de las antiguas pesetas», por la acumulación de horas extraordinarias, aunque estos profesionales «son los que menos horas trabajan de toda la Unión». «Esto hay que abordarlo», incidió.

2.- Seguir la política estadounidense en esta materia: Reagan, el 5 de agosto de 1981 despidió a 11.359 controladores estadounidenses por haber declarado una huelga ilegal. Los sustituyó por controladores militares y a los huelguistas les impuso la prohibición vitalicia por ley de volver a trabajar en aeropuertos

Y es que, no me hubiese planteado jamás estas dos afirmaciones : copiar a los «yankies» y pedir intervención de los militares, pero… no podemos tener un país y sobre todo una ciudadanía esclava de los caprichos, la codicia, la inhumanidad de unas personas, que más que personas son ….

Y para remate resulta que si los controladores aéreos no fuesen tan ….. uff… me voy a reprimir, también disfrutaríamos de precios más económicos en los vuelos:

«…se conseguiría reduciendo las tasas, lastradas por los salarios de los controladores, y, en consecuencia, los costes de las compañías. «Así podríamos ver rebajado el precio de los billetes», aseguró.

¿no es para ….?

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Por último:

«Es el momento de actuar, de tomar decisiones», insistió Blanco, quien destacó que las actuales condiciones económicas y de productividad «son difícilmente sostenibles» y hacen «imprescindibles» una serie de «cambios estructurales» que permitan la prestación de un servicios «más seguro, más fiable, de mayor calidad y a un precio competitivo en términos europeos».

Pues actúen, actúen y pongan fin a esta barbarie
Vía menéame