En la SER, Hoy por Hoy, hablaremos sobre la multa histórica de la CMT al Ayto. de Málaga

Hoy en SER Málaga, y a las 13:10, participaré en Hoy por hoy para hablar de la histórica sanción que  la CMT ha impuesto al Ayuntamiento de Málaga. En el debate participaré junto a Pedro Moreno, portavoz de IU y a Francisco Salas, Concejal de Nuevas Tecnologías del Ayuntamiento de Málaga, y aunque supongo que será intenso, ya existe otro similar en la red desde el mismo día que surgió la noticia.

Los planteamientos me parecen muy claros,  e independientemente que sea moral, lícito, obligatorio,… dar acceso wifi a la ciudadanía, el Ayuntamiento de Málaga no se ha registrado como operador y por eso es sancionado.  ¿Por qué, y a sabiendas que debía hacerlo, incumple una norma que otros ayuntamientos como Avilés, Barcelona o Vitoria si han realizado? Lo peor es que a los malagueños no solo nos va a costar 300.000 € el desafío, también hay que sumar que el concejal amenaza con cortar el servicio en 15 días, y por lo tanto, la inversión en infraestructura, otros 120.000 € tampoco habrá servido.

Por otro lado, las ambiciones de los municipios de dar acceso a internet a su ciudadanía, que aunque no debe ser el fin, es una idea que siempre suena cuando algún político quiere hablar de innovación, tecnología,….  Algo que siempre me ha molestado, porque, ¿habrá cientos de ideas y proyectos innovadores? pues nada, erre que erre, los que más recurren a la wifi y punto.   Es cierto que siempre existen pequeñas excepciones, como por ejemplo el Ayuntamiento de Marchena, donde siempre es un gusto hablar y conocer nuevos proyectos orientados a la ciudadanía y al gobierno electrónico, pero lo más novedoso para otros muchos es la dichosa wifi.  En este sentido, Málaga viene hablando y queriendo ser la primera desde hace ya mucho, primero con FON y ahora con la red Biznaga.

Por todo ello, ¿no debe ser misión de las administraciones públicas proporcionar el acceso a la Sociedad del Conocimiento? ¿No debe cambiarse la actual regulación para proporcionar un mejor servicio a la ciudadanía, gratis o no, y acabar con los beneficios que tienen las grandes operadoras?

Y sigo con mis preguntas, ¿no hubiese sido mucho más fácil invertir esos 400.000 €  (300.000 de sanción más los 100.000 de infraestructuras) en proyectos realmente innovadores, haber acordado la prestación con la CMT como los aytos de Avilés o Barecelona -inclusive gratuita- y no haber intentado estar en el candelero por el coste que nos supondrá a toda la ciudadanía?

Humildemente diré que no me parece que la salida sea la argumentación de la «autoprestación», y si apostar por incluir el acceso a internet como una utilities más en la actual legislación-normativas municipales. Comparar el acceso a la red, a otros servicios municipales tales como el agua o la electricidad, que tampoco se dan de forma gratuita pero si que se garantiza la calidad y su suministro es para mí el camino más adecuado.  Por otro lado, siempre me he planteado la barbaridades de ancho de banda que existen en todos los edificios públicos y que solo suelen usarse en horario de oficina, desperdiciándose el resto de los días y fines de semana -que es cuando la ciudadanía más suele conectarse-, independientemente que esto supongo un conflicto frontal con los intereses de las grandes operadoras.  Reivindiquemos y que nuestros gobernantes hagan todo lo posible para que, de una vez por todas, tengamos acceso a la Sociedad del Conocimiento, y lo tengamos como un derecho universal.

Igualmente, no creo que la salida sea el todo gratis, al igual que tampoco son gratis ni la electricidad, ni el gas o el agua. Y si que creo que la salida puede ser el recurrido símil de las carreteas, donde las autonómicas o comarcales fuesen un internet bastante limitado -tanto en ancho de banda como en servicios a usar (tipo navegación y correo)- y las autopistas serían las actuales conexiones de nuestros hogares -aunque eso si, de mucha mayor calidad y sin restricciones como las que se plantean-. De una u otra manera, lo que parece claro, y más si se confirma los datos publicados (la infraestructura ha costado entre 100.000 y 120.000 €, y hasta ahora solo la han usado 596 malagueños) es que La wifi le sale cara a Málaga.

En conclusión, es triste que un pulso político nos suponga a los malagueños un coste tan elevado, y lo que es aún peor, existiendo fórmulas para que ésto no hubiese ocurrido. Algunas de las cuales ya se habían puesto en marcha en la propia ciudad, como en la línea número 20 de la empresa malagueña de transportes: El autobús se sube al wifi; contando además con expertos internacionales en la materia como el prestigioso Victoriano Giralt.

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