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El impacto político de la televisión de entretenimiento

El Estudio de Ruben Durante, Paolo Pinotti y Andrea Tesei sobre el Impacto Político de la Televisión de Entretenimiento en Campañas Electorales

En el siempre cambiante escenario político, la influencia de los medios de comunicación se ha convertido en un componente crucial para entender y moldear las percepciones públicas. En este contexto, el estudio liderado por Ruben Durante, Paolo Pinotti y Andrea Tesei arroja luz sobre el impacto específico de la televisión de entretenimiento en las campañas electorales, ofreciendo una perspectiva única y valiosa para aquellos interesados en entender las complejidades de la política contemporánea.

El trabajo de Durante, Pinotti y Tesei se sumerge en el terreno poco explorado de la televisión de entretenimiento y su capacidad para influir en las preferencias y decisiones políticas de la audiencia. Mientras que tradicionalmente se ha asociado la televisión con los noticieros y programas políticos, este estudio destaca el papel significativo que desempeñan los programas de entretenimiento en la formación de opiniones políticas.

impacto político de la televisión

Más concretamente, el estudio publicado en la revista American Economic Review en julio de 2019 examinó el impacto político de la televisión comercial en Italia, aprovechando la introducción escalonada de la red de televisión privada de Berlusconi, Mediaset, a principios de la década de 1980. Y de ahí, el ascenso en la política nacional italiana de «il Cavalieri».

Los autores encontraron que las personas con acceso temprano al contenido de entretenimiento completo de Mediaset tenían más probabilidades de votar por el partido de Berlusconi en 1994, cuando se postuló por primera vez para el cargo. El efecto persiste durante cinco elecciones y es impulsado por los espectadores de televisión pesados, es decir, los muy jóvenes y los ancianos.

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En cuanto a los posibles mecanismos, los autores encontraron que las personas expuestas a la televisión de entretenimiento cuando eran niños eran menos sofisticadas cognitivamente y cívicas como adultos, y en última instancia más vulnerables a la retórica populista.

La sofisticación cognitiva se refiere al grado de complejidad y eficiencia con el que una persona procesa y comprende la información. Esta capacidad cognitiva implica el uso de procesos mentales avanzados y la habilidad para abordar tareas intelectuales complejas. La medición de la sofisticación cognitiva se lleva a cabo mediante pruebas psicométricas, que son evaluaciones estandarizadas diseñadas para cuantificar el rendimiento cognitivo de un individuo.

Dos modelos ampliamente utilizados para evaluar la sofisticación cognitiva son el Test de Raven y el Test de Terman Merrill.

  • Test de Raven:

El Test de Raven, también conocido como Matrices Progresivas de Raven, es una prueba no verbal diseñada para evaluar la capacidad de razonamiento abstracto y la inteligencia fluida. Consiste en la presentación de una serie de patrones o matrices incompletas, y la tarea del individuo es identificar la pieza que falta entre varias opciones. Este tipo de prueba mide la capacidad para percibir relaciones y analogías, evalúa la agilidad mental y se centra en la resolución de problemas abstractos.

  • Test de Terman Merrill:

El Test de Terman Merrill, también llamado la Escala de Inteligencia Terman Merrill, es una prueba de inteligencia diseñada para medir las habilidades cognitivas en diferentes áreas, como comprensión verbal, razonamiento abstracto y memoria. Se utiliza para evaluar la inteligencia general y las habilidades específicas de una persona. Este test incluye una variedad de tareas, desde la resolución de problemas matemáticos hasta la interpretación de palabras y oraciones.

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Test de Raven y el Test de Terman Merrill. Sofisticacion cognitiva

Estas pruebas psicométricas evalúan una variedad de habilidades cognitivas, como la capacidad de concentración, la observación, la lógica, el razonamiento abstracto y otras destrezas relacionadas con el pensamiento complejo. La sofisticación cognitiva, medida a través de estas pruebas, proporciona información valiosa sobre la capacidad intelectual de un individuo y su capacidad para enfrentar desafíos mentales de diversa índole.

Es importante señalar que, si bien estas pruebas ofrecen una evaluación cuantitativa de las habilidades cognitivas, no abordan completamente la gama completa de la inteligencia humana, ya que hay aspectos emocionales, sociales y creativos que no son evaluados de manera exhaustiva por estas pruebas específicas.

Recuperando el tema del post, el estudio de Ruben Durante, Paolo Pinotti y Andrea Tesei, destaca la relevancia de la televisión de entretenimiento en el escenario político actual y proporciona una guía valiosa para aquellos interesados en maximizar el impacto de sus campañas electorales. La comprensión y aplicación de estos hallazgos pueden marcar la diferencia en la manera en que los candidatos son percibidos y, en última instancia, en los resultados de las elecciones.

Si bien el estudio se centró en Italia, sus hallazgos pueden tener implicaciones más amplias para otros países y contextos. En particular, el estudio destaca la importancia del contenido mediático en la formación de actitudes políticas y sugiere que los reguladores pueden desempeñar un papel importante en garantizar que el contenido mediático sea equilibrado e informativo.

La investigación revela que los programas de entretenimiento no solo sirven como una forma de evasión, sino que también pueden tener un impacto profundo en la percepción de los espectadores sobre los candidatos y los temas políticos. Los resultados muestran que la exposición constante a ciertos personajes televisivos puede llevar a una mayor simpatía hacia determinadas figuras políticas, incluso influyendo en la intención de voto.

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Este descubrimiento es de suma importancia para los estrategas de campañas electorales, ya que sugiere que la presencia y presentación de candidatos en programas de entretenimiento puede ser tan crucial como su participación en debates políticos tradicionales. La televisión de entretenimiento, al llegar a un público más amplio y diverso, ofrece a los candidatos la oportunidad de humanizar sus perfiles y conectarse emocionalmente con los votantes de una manera que los formatos políticos convencionales a menudo no logran.

En términos prácticos, estos hallazgos señalan la necesidad de que los equipos de campaña comprendan y aprovechen el potencial de la televisión de entretenimiento. Esto implica no solo la participación estratégica en programas populares, sino también la atención cuidadosa a la forma en que los candidatos se presentan y son percibidos en estos contextos.

Además, el estudio subraya la importancia de monitorear activamente la presencia mediática de los candidatos en programas de entretenimiento, para comprender y gestionar eficazmente su imagen pública. Este enfoque proactivo puede marcar la diferencia en la construcción de una narrativa positiva alrededor de un candidato y contrarrestar posibles narrativas negativas que puedan surgir de la exposición mediática no controlada.

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