Trazando un Nuevo Rumbo: El Desafío de Sumar, el Movimiento Político de Izquierdas que Aspira a la Moncloa el 23J.
Sumar, una izquierda revisitada
Si algo hay de cierto en política es que nada permanece estático. De hecho, del factor sorpresa o la capacidad de adaptarse a los cambios, depende en gran medida la posibilidad y capacidad de seguir a flote en un contexto que se transforma cada vez más rápido. Uno donde la ciudadanía consume y comparte constantemente información y datos. Lo cual, influye decisivamente en su opinión, posturas políticas e ideológicas, y por supuesto su voto.
Para adaptarse a esta realidad hay que ser, sin duda, ágil, flexible y visionario. Además, saber rodearse de los mejores y analizar detalladamente el contexto cambiante para salir siempre adelante, y en el momento indicado. Este es el panorama en el que justamente puede encajar Sumar, el nuevo movimiento político de izquierdas que se ha formado tras el liderazgo de la vicepresidenta Yolanda Díaz. Y con el cuál, ésta pretende llegar a la Moncloa el próximo 23 de julio. Ad portas de una nueva elección, y considerando que este movimiento es decisivo para la continuidad o no del actual gobierno. Conviene analizar brevemente cuáles han sido los antecedentes de este nuevo partido y cuáles han sido sus principales alianzas de cara a los próximos comicios.
Contexto y surgimiento
Aunque la constitución como partido del Movimiento Sumar se consolidó apenas el pasado 30 de mayo, la organización liderada por Díaz, ya venía trabajando hace meses en una nueva apuesta política. El punto de partida de este nuevo liderazgo lo marcó la salida del ex líder de Podemos, Pablo Iglesias, de su cargo como vicepresidente segundo de gobierno en julio de 2021. Los duros cuestionamientos a la principal figura de esta organización de izquierda y a su gestión en el Gobierno, así como la mala imagen creada principalmente por los medios sobre Podemos, dejaban el liderazgo del principal socio del PSOE en pésimas condiciones, y a la representatividad de la izquierda aún más cuestionada.
Tras la salida de Iglesias, Yolanda Díaz asumió la vacante, adquiriendo así mayor visibilidad y popularidad ciudadana y perfilándose incluso como la próxima candidata a la presidencia de gobierno. No obstante, debido a los múltiples cuestionamientos a Podemos y su creciente mala imagen, así como a las diferencias entre Díaz y otros miembros de Unidas Podemos en el Gobierno. En noviembre de 2021 Díaz lanzó, de manera independiente, su propuesta de plataforma política deslindándose de los socios de gobierno. De este modo, la apuesta de Sumar surge no sólo para aprovechar y potenciar la creciente popularidad de Díaz, sino también desvincularse abiertamente de la imagen negativa de Podemos. Asimismo, convocar a otras fuerzas de izquierda como Más Madrid/Más País, Compromís, En Comú Podem y a la sociedad civil en general.
Durante la segunda mitad del año 2022 la plataforma de Díaz se dedicó intensamente a hacer una gira por todas las autonomías, abriendo espacios de debate y escucha, en lo que se denominó como “proceso de escucha”. De este modo la líder de la organización ha venido haciendo una convocatoria a toda la ciudadanía y fuerzas de izquierda para conformar un movimiento que sea “la casa grande de la democracia”. Esto es, de acuerdo con Yolanda, un movimiento “europeísta, plural, con una firme voluntad de enfrentar el reto de la emergencia climática y avanzar hacia una sociedad más libre, más feminista y más igualitaria”.
Principales apuestas
Desde que Díaz y su movimiento Sumar dieron vía libre al proceso de escucha han manifestado el interés de construir “un nuevo país”. Uno en el que la política deje de ser considerada un lugar de confrontación para pasar a ser un espacio de escucha, diálogo y logro de acuerdos. En esta línea y en palabras de Díaz, lo que Sumar pretende es un proyecto para ensanchar la democracia, los derechos, el ecologismo y el feminismo. En definitiva, una nueva “llave para abrir una nueva década progresista en España”. Para ello, Díaz reconoce que es preciso trabajar en definir un nuevo contrato social en el que “tengamos de una vez por todas una política económica que sea democrática y que, de verdad, se haga cargo del interés general”.
En este horizonte, algunas de las principales propuestas que se han podido conocer están la reducción de la jornada laboral, acabar con la temporalidad en la sanidad pública e incluir en la misma la salud bucodental, reformar el sistema fiscal entre otros. Pese a que todas estas son claramente propuestas y prácticas de izquierda e incluso desde el anti neoliberalismo político y económico. Lo cierto es que al igual que Podemos en su momento, Díaz prefiere perfilar su organización como progresista y de centro. Tal como lo indicó la líder, «el cambio de época» no debe enfrentarse «desde la esquina del tablero, sino desde la centralidad», en referencia a que Sumar sea un espacio abierto de izquierdas, pero sin radicalismos.
Alianzas, estrategias y próximas elecciones
Tras la ardua tarea de lanzamiento y promoción de su nueva plataforma política durante todo 2022 y con una guerra entre medio. Yolanda Díaz decidió presentarse como candidata a las elecciones generales el pasado 2 de abril, en donde a su vez anunció el apoyo de la mayoría de fuerzas de izquierda como Verdes Equo, Compromís, Más Madrid, Izquierda Unida y liderazgos territoriales de Podemos, aunque sin el apoyo explícito de este último. Hasta este momento, lo que había sido un proceso pausado, de escucha ciudadana y discusión pública entre diferentes fuerzas políticas alternativas, se convirtió el pasado 28 de mayo en un proceso a contrarreloj. El anuncio inesperado del presidente de Gobierno Pedro Sánchez, de adelantar las elecciones generales para el próximo 23 de julio obligó a Sumar y a su líder Yolanda Díaz a poner el pie en el acelerador para llegar a la Moncloa.
Lo primero fue registrar como partido, lo que durante más de un año se había presentado como simple plataforma o movimiento. Lo segundo, quizá el primer y mayor reto hasta ahora de la organización, fue alcanzar en poquísimos días acuerdos con los líderes de Podemos, limar asperezas y confluir juntos en una candidatura única de la izquierda para los próximos comicios. Además de sumar a Podemos a la lista de aliados, el reto de Yolanda va mucho más allá, y es ser un espacio abierto y dinámico donde todas las izquierdas se vean representadas. Igualmente, definirse de manera sólida como la más clara opción para evitar el triunfo de las fuerzas conservadoras en las próximas elecciones. Este quizá sea el reto mayor, una vez logradas las alianzas entre las diferentes izquierdas.
Sumar de cara al próximo 23J
Ante la avanzada de la derecha del PP y Vox en los comicios del 28 M, Sumar se presenta como uno de los mayores contendores a estas fuerzas junto con el PSOE que, si bien ha tenido algunas pérdidas en territorios clave, todavía sigue siendo la segunda fuerza política en todo el país. En definitiva, no son pocas las cartas que se juega Díaz en estas próximas elecciones. Por un lado, servir como espacio aglutinante de las divisiones y diferencias que existen entre las diversas izquierdas y que se han evidenciado en la debacle electoral de las últimas elecciones.
Por el otro y como se desprende de lo anterior, el gran desafío es llegar a esa ciudadanía que no se ha movilizado políticamente los últimos años, y mostrarse como una verdadera opción de representación. Entender qué pide hoy ese electorado, jóvenes, mujeres, organizaciones ecologistas, madres, familias, estudiantes es clave. Asimismo, preguntarse qué tipo de revisiones y autoevaluaciones tiene que hacerse la izquierda de hoy para encajar con esa ciudadanía. Además, presentar un proyecto de país lo suficientemente real pero ambicioso que convenza a la mayoría que el gobierno debe quedarse en manos de la izquierda y no retroceder lo avanzado durante el último período. Todo esto, sin contar que es preciso ir corrigiendo el lastre de la mala fama de la izquierda de Podemos, ahora socio de coalición.
Por último, y para nada menos importante, resistir a la avanzada de la derecha y su forma, en ocasiones, beligerante de hacer política. Recordemos que esta derecha no sólo está tomando fuerza en España, sino que ciertos analistas hablan ya de una ola de derechas que empieza a recorrer toda Europa, por lo que el camino puede tornarse bastante pedregoso.