Por: José Manuel Domínguez y Ramón Ramón.
Se ha repetido hasta la saciedad que la socialdemocracia está sufriendo una crisis a raíz de que, en los países con partidos socialistas de larga tradición, esté sucediendo derrota tras derrota electoral de estas fuerzas políticas. Quizás esto sea debido a que los partidos socialdemócratas han perdido esa capacidad de ilusionar, de ser creíbles como esos instrumentos de cambio social que mejoran la vida de la ciudadanía. Se podría decir de ellos qué han perdido de vista el horizonte, la utopía hacia la que dirigirse y caminar.
Quizás sea en estos momentos de debilidad de la socialdemocracia donde deberíamos recurrir a las fuentes, a nuestros orígenes, recuperar la esencia de lo que los ideólogos del siglo XIX y del siglo de la ilustración proponían para un mundo mejor.
Sin ir más lejos Charles-Louis de Secondat, más conocido como el Barón de Montesquieu, dejó escrito en su obra el Espíritu de las Leyes, de 1748, qué cuando el hombre se diese cuenta de lo azaroso del lugar de nacimiento de cada uno de los ciudadanos, entonces tomaría conciencia de la dignidad que cada ser humano merece independientemente de dónde haya nacido.
El mensaje que muchos lanzaron como piedra angular para una sociedad mejor fue el de la unión de los pueblos, la vieja aspiración de una gobernanza global, que muchos se plantearon cuando aún la globalización ni se intuía, cuando internet era una quimera y, los desplazamientos eran odiseas.
Hoy los principales problemas de nuestro mundo son globales: el cambio climático, el terrorismo internacional, los movimientos migratorios producidos por la desigualdad o los conflictos bélicos, las crisis económicas internacionales, la deforestación de los bosques, la progresiva desertización, la falta de agua potable en muchas regiones, las hambrunas, el deshielo de los polos, la falta de combustibles fósiles, la necesidad de fuentes de energía alternativas, las pandemias, los ciberataques o la ciberseguridad, etc.
Todos estos problemas y retos de futuro requieren respuestas supranacionales. Se han llevado a cabo esfuerzos para crear estructuras de gobierno por encima de los decimonónicos Estados-Nación. La experiencia más exitosa es sin duda, la Unión Europea.
La primera vez en la historia en la que una región con distintos países han decidido ceder soberanía para poner en común un área de libre circulación de personas, mercancías y servicios con mecanismos de solidaridad en busca de la cohesión de sus Estados miembros y con unos estándares democráticos y de libertades civiles, y derechos. Queda mucho por hacer en la UE, pero ya es un referente para el resto del mundo. No en vano, es un modelo a imitar, un ejemplo de ello es que en la UE se localiza el 50% del gasto social de todo el mundo. No es casualidad que Altiero Spinelli, uno de los ideólogos de la actual Unión Europea concibiera este espacio como paso previo a una federación mundial.
Muchos han sido los pensadores que han teorizado sobre un gobierno mundial:
Immanuel Kant La Paz Perpetua (Zum ewigen Frieden, 1795) o Rosika Schwimmer y Lola Maverick Lloyd que fueron dos feministas pacifistas, que fundaron la primera Organización Federalista Mundial en el siglo XX:“The Campaign for World Government (1937)”. Albert Einstein, quien dijo «En mi opinión, la única salvación para la civilización y la raza humana radica en la creación de un gobierno mundial, con la seguridad de las naciones fundadas en la ley.” O Bertrand Russell que teorizaba con que la única esperanza para la supervivencia global era un gobierno mundial.
El 17 de agosto de 1947 se abrió en Montreaux, Suiza, la primera Conferencia Mundial para un Gobierno Federal Global con 300 participantes, Convención que concluyó con la Declaración de Montreaux que estableció los principios del Movimiento Federalista Mundial (MFM).
Se pretendía «investir a las instituciones internacionales de una autoridad política democrática, para ocuparse de los problemas que no pueden tratarse sino a nivel mundial, reconociendo no obstante la soberanía de los Estados en ciertos campos de su política interior». El movimiento milita por un reforzamiento de la ONU y por su democratización, por una regulación política de la economía en el plano mundial y por la constitución de grandes «federaciones regionales», como etapa intermedia hacia una federación mundial.
De tal forma, se defendió que la asamblea general de la ONU se atribuyera poderes constituyentes para la elaboración de una Constitución Mundial.
Más recientemente se ha elaborado el “Manifiesto por una Democracia Global”, con el objetivo de crear “un enfoque global y democrático sobre asuntos globales, la democratización de las Naciones Unidas y otras organizaciones internacionales y la creación progresiva de instituciones democráticas mundiales, como una Asamblea Parlamentaria de las Naciones Unidas” – fue presentado por primera vez en junio de 2012 en el London School of Economics and Political Science (Reino Unido).
MANIFIESTO POR UNA DEMOCRACIA GLOBAL
A este manifiesto se han adherido personalidades de todos de países y millones de ciudadanos.
Existen ejemplos de éxito en el camino de lograr instituciones globales. La Corte Penal Internacional es uno de ellos. El proyecto surgió en 1995 en una asamblea con ONGs lideradas y convocadas por el Movimiento Federalista Mundial que se reunieron con el objetivo de crear y forzar a los Estados a propiciar una tribunal de justicia que pudiera juzgar a personas concretas que hubieran cometido crímenes de guerra, crímenes contra la humanidad y genocidios. La Corte Penal Internacional empezó a trabajar en 2002 con la entrada en vigor del Estatuto de Roma tras ser ratificado por 124 Estados.
Otro ejemplo podría ser la Corte Penal Latinoamericana y del Caribe contra el Crimen Organizado http://www.coalicioncopla.org/
Un ejemplo más sería la Coalición Internacional para la Responsabilidad de Proteger.
La responsabilidad de proteger («RtoP» o «R2P») es una nueva norma de seguridad internacional y de Derechos Humanos, que fue concebida en la Cumbre Mundial de las Naciones Unidas de 2005 para abordar el fracaso de la comunidad internacional en prevenir y detener los genocidios, crímenes de guerra, limpieza étnica y crímenes contra la humanidad. Este compromiso estipula que:
La ICRtoP fue fundada en enero de 2009 reuniendo a organizaciones no gubernamentales de todas las regiones del mundo para fortalecer el consenso normativo para la RtoP, favorecer la comprensión de la norma, impulsar el fortalecimiento de la capacidad para prevenir y detener el genocidio, los crímenes de guerra, limpieza étnica y crímenes contra la humanidad y movilizar a las ONG para impulsar la acción para salvar vidas en situaciones de RtoP en determinados países. www.responsibilitytoprotect.org
Existen evidencias de qué, con voluntad política internacional, los gobiernos pueden entenderse para causas supranacionales. Dar visibilidad y protagonismo al Movimiento Federalista Mundial a sus principios y objetivos tiene que ser un compromiso ético para todos los que pensamos, creemos y queremos en un mundo mejor. Probablemente seamos mayoría y eso ha de servir para exigir a nuestros políticos altura de miras y liderazgo para apostar por cambios estructurales en el ámbito internacional con generosidad por el bien común de la humanidad. En contraposición al auge que determinados movimientos políticos de corte nacionalista, xenófobo y proteccionista que promulgan, justo lo contrario. Volver a refugiarse dentro de las fronteras de cada Estado, salir de proyectos supranacionales y elevar muros más altos en lugar de derribarlos.
Puede sonar a utópico, pero hoy vivimos en las utopías que muchos pensadores y líderes políticos visionarios concibieron en los siglos XVIII y XIX. Es por eso que el socialismo democrático debería reivindicar como propia y prioritaria esta aspiración de luchar por un Gobierno Federal Mundial, mediante el reforzamiento de las estructuras que engloban los distintos partidos socialdemócratas de ámbitos regionales como el Partido Socialista Europeo o la Internacional Socialista, con la idea de que esta meta se incluya en todos los programa políticos para lograr poner en la agenda los pasos necesarios a dar para lograr el objetivo de Gobierno Federal Mundial con un parlamento elegido directamente por todos los ciudadanos de todos los países, un gobierno planetario y un poder judicial supranacional.
H.G. Wells: A federation of all humanity, together with a sufficient means of social justice to ensure health, education, and a rough equality of opportunity, would mean such a release and increase of human energy as to open a new phase in human history.
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