Y es que por más que quieran disfrazar al lobo, la industria cultural ni representa ni fomentará jamás la cultura, la creación o el progreso, y solo representa el pasado y la inquisición más recalcitrante de la época oscura española. Mientras nos encontramos con cientos y cientos de noticias de esa élite y de su ministra de la industria cultural, Brasil sigue representando la modernidad, el progreso, el avance, la cultura, la apuesta por los valores sociales y de la creación,….
Brasil prepara una ley de descargas opuesta a la española
Brasil que ya en su momento arrebató a España ser el país referente del software libre, ser el país con la red de software libre más grande del mundo, ser el país donde quisieran trabajar cientos de brillantes gurús hispanos del Conocimiento Libre, … ahora vuelve a darnos ejemplo de lo que es apostar por la cultura, la creación y la defensa de los autores.
«Brasil va en serio y quiere que todo el mundo se entere: no criminalizará al internauta, no seguirá a pies juntillas lo que diga ninguna sociedad de autores y creadores y pretende atraer la inversión mundial como el paraíso del software abierto en su nueva ley de derechos de autor.
«Internet no puede ser objeto de una regulación que la constriña y lo someta a la censura«, …
«En un país como Brasil, Internet tiene que ser un derecho«,…
…. la copia privada un derecho básico, que se compense a los autores por los derechos de autor en Internet con los beneficios económicos que genera a las empresas este área de negocio y que se libere el material descatalogado para el uso público.
«Durante el Gobierno de Lula, 40 millones de personas pasaron a la clase media y están deseando consumir películas, música, literatura. Con la ley actual se pueden considerar piratas pero si fuera así, tendríamos el mayor número de piratas del mundo, ¿no?», ironiza Marevy.
Más al contrario, quiere una fiscalización de los beneficios que logran los actores implicados en el negocio, incluida la SGAE brasileña,con la que tiene un enfrentamiento abierto.
«La asociación de músicos se ha transformado en una institución con poca transparencia, tiene un poder de restricción de los derechos muy fuerte. Es casi una Policía, recuerda a los antiguos estados estalinistas», denuncia.
Por un lado, el ejecutivo brasileño subraya que es una medida necesaria para impulsar a la propia industria cultural patria. «El 90% de las personas en Brasil no va al cine, se imprimen libros que no tienen más de 5.000 ejemplares de tirada«, señala el ministro.
..la vanguardia en legislación de derechos de autor para atraer todo un mercado de empresas tecnológicas extranjeras.«